No es posible hablar con los muertos o recibir ayuda de ellos desde el más allá. En Hebreos 9:27 dice: "Y así como a los hombres les está establecido morir una sola vez, y después de esto viene el juicio".
en el Antiguo Testamento hay un relato en el que un espíritu maligno se hace pasar por una persona. En el libro de 1 Reyes 22, se relata la historia de un espíritu que, bajo la apariencia de un profeta llamado Ezequías, engaña a un rey llamado Ajab para que vaya a la batalla y muerte. Este relato muestra cómo los demonios pueden utilizar apariencias engañosas para llevar a cabo su plan maligno.
En la Biblia, se enseña que los espíritus malignos pueden aparecer en formas engañosas con el propósito de engañar y hacer daño a las personas. Por eso, es importante estar alerta y estar protegido por la fe en Cristo y el poder del Espíritu Santo.
Una vez que alguien muere, su alma y espíritu van a estar ante el juicio de Dios y que no hay posibilidad de comunicación entre los vivos y los muertos. En Deuteronomio 18:10-12 dice: "No se encontrará entre ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni hechicero, ni encantador, ni quien consulte a los muertos. Porque Jehová abomina a todo el que hace estas cosas".
Es importante enfocarnos en Dios y confiar en su plan y propósito para nuestras vidas, en lugar de buscar ayuda de fuentes que van en contra de sus enseñanzas.