Querido Dios,
Hoy me dirijo a ti con un corazón humilde y sincero, para pedirte que hagas prevalecer tu justicia divina en este mundo. Es difícil ver tanta injusticia, opresión y dolor en nuestro mundo, y es difícil comprender por qué hay tanto sufrimiento. Pero creo que tú eres un Dios justo, que ve todo y sabe todo, y que tienes un plan más grande para nuestras vidas.
Te pido que mires a los que están sufriendo en este momento, especialmente aquellos que han sido víctimas de la injusticia en cualquier forma. Hay tantas personas que están siendo oprimidas y maltratadas por otros, y parece que la justicia humana a menudo falla en protegerlos y hacer justicia. Pero creo que tu justicia divina es perfecta y que eres capaz de hacer lo que es correcto.
Por favor, protege a los que están siendo víctimas de la violencia, la discriminación, el racismo, la pobreza, la guerra y cualquier otra forma de injusticia. Dales la fuerza para superar sus pruebas y la esperanza para seguir adelante. Te pido que les des la ayuda que necesitan para cambiar sus circunstancias y para luchar por su dignidad y derechos.
También te pido que guíes a aquellos que están en posiciones de poder, para que actúen con rectitud y justicia en todas sus decisiones y acciones. Hay tantas personas que tienen el poder de hacer una diferencia positiva en el mundo, pero a menudo se dejan llevar por intereses egoístas y persiguen objetivos que no son buenos para la sociedad. Por favor, ayúdalos a ver la verdad y a actuar en consecuencia.
Además, te pido que nos ayudes a todos a reconocer nuestra responsabilidad en la creación de un mundo más justo y equitativo. A menudo podemos sentirnos abrumados por el dolor y la injusticia en el mundo, pero cada uno de nosotros tiene el poder de hacer una diferencia positiva en la vida de otros. Ayúdanos a ser más compasivos, más generosos y más justos en nuestras relaciones con los demás.
Por último, te pido que nos des la esperanza de que un mundo más justo y equitativo es posible. A veces, parece que las cosas nunca cambiarán, que la opresión y la injusticia son tan arraigadas en nuestra sociedad que nunca desaparecerán. Pero creo que tú eres un Dios de milagros, y que incluso en los momentos más oscuros, puedes hacer cosas increíbles.
Te pido que nos des la fuerza y el coraje para trabajar por la justicia y la equidad en nuestras propias vidas, y en la vida de nuestra comunidad. Ayúdanos a ver las oportunidades que tenemos para hacer una diferencia, y a actuar con valentía y determinación.
Te agradezco por ser un Dios justo, que ve y conoce todo. Confío en que tú harás prevalecer tu justicia divina en este mundo, y que nos guiarás a todos para hacer lo que es correcto y justo. Te pido que nos des la fuerza y la esperanza para seguir adelante en la lucha por la justicia y la equidad, y te agradezco por tu amor y tu gracia. Amén.