Querido Dios, te pido que guíes y dirijas la vida de mis hijos. Sé que a veces se pierden en el camino y se alejan de tu voluntad, pero confío en que tu amor y tu sabiduría lo llevarán de regreso hacia ti.
Ayúdalos a reconocer tus señales y a escuchar tu voz en medio del ruido y la confusión del mundo. Guíalo hacia las personas, lugares y oportunidades que están alineados con tu plan para su vida, y que lo ayudarán a crecer y a ser una mejor persona.
Permíteles tener la humildad y la sabiduría para aceptar tus planes, incluso si no son los que había imaginado para su vida. Ayúdalos a confiar en que tus planes son mejores que los suyos, y que todo lo que sucede en su vida está diseñado para su bienestar y crecimiento.
Dale la fortaleza y el coraje para enfrentar los desafíos y las pruebas que puedan surgir en su camino. Ayúdalos a recordar que tú estás siempre con ellos, y que pueden confiar en ti para superar cualquier obstáculo.
Enséñales a ser agradecidos por todas las bendiciones que han recibido en su vida, y a no dar por sentado las cosas simples y hermosas que les rodean. Ayúdalos a ver la belleza en todas las cosas, y a valorar cada momento como una oportunidad para crecer y ser una mejor persona.
Finalmente, Dios, te pido que le des la fuerza y la sabiduría para vivir su vida de acuerdo a tus enseñanzas. Ayúdalos a ser un ejemplo para los demás, y a compartir tu amor y tu luz con aquellos que los rodean.
Gracias por estar siempre presente en su vida, y por guiarlo y dirigirlo a través de todos sus días. Confío en ti y en tu plan para ellos, y te agradezco por tu amor incondicional y tu guía constante.
Amén.