Oh Dios Todopoderoso, en este momento me acerco a ti con un corazón agradecido y una mente cansada. La vida puede ser a veces muy estresante, con tantas responsabilidades y preocupaciones que parecen abrumarnos. Pero sé que tú eres mi refugio y mi fortaleza, y te pido que me brindes la paz que solo tú puedes dar.
El estrés puede venir de muchas fuentes: el trabajo, la familia, las finanzas, la salud y otras preocupaciones personales. Pero en medio de todas estas cosas, te pido que me des la sabiduría para priorizar y enfocarme en lo que es realmente importante.
Te agradezco por tus promesas de ser mi ayuda en momentos de necesidad, y te pido que me des la fortaleza para seguir adelante, incluso cuando las cosas parezcan demasiado difíciles. Que mi corazón y mi mente se llenen de tu paz y que mi cuerpo sienta tu presencia reconfortante.
Ayúdame a encontrar alegría en las pequeñas cosas de la vida, y a apreciar la belleza de tu creación. Por favor, guíame en mi camino y haz que mi corazón esté lleno de amor y gratitud por todo lo que tienes en reserva para mí.
Te doy gracias, Dios amoroso, por estar siempre conmigo y por brindarme tu amor incondicional. Amén.