Querido Dios,
Te agradecemos por tu constante provisión en nuestras vidas. Cada día nos despiertas con un nuevo sol, nos brindas aire fresco para respirar y alimentos para nutrirnos. Tu bondad es infinita y tu gracia es inmerecida.
Te pedimos que continúes bendiciéndonos con tus provisiones diarias. Que tus manos guíen a los agricultores para que puedan cosechar los frutos de la tierra, que bendigas a los pescadores para que puedan atrapar peces abundantes, y que brindes fortaleza a los trabajadores para que puedan proporcionar alimentos a sus familias.
Te pedimos también que aumentes nuestra gratitud por todo lo que nos brindas. A menudo tomamos por sentado tus bendiciones y nos enfocamos en lo que no tenemos en lugar de apreciar lo que sí tenemos. Ayúdanos a reconocer y apreciar cada bocado de comida, cada sorbo de agua y cada momento de paz que disfrutamos en nuestras vidas.
Por último, te pedimos que continúes proporcionando a aquellos que tienen necesidades. Que les brindes suficiente comida, agua y refugio, y que les muestres tu amor a través de personas amorosas y generosas. Que nos inspire a ser instrumentos de tu amor y compasión, y a compartir tus bendiciones con aquellos que las necesitan.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús, nuestro Salvador. Amén.