Amado Dios,
Hoy me acerco a ti con un corazón lleno de gratitud y agradecimiento. Quiero darte gracias por el trabajo que me has dado, por la oportunidad de despertar cada mañana y tener un propósito en mi vida.
Agradezco por las habilidades y talentos que me has dado, y por todas las personas que he conocido en mi camino laboral. Agradezco por las lecciones aprendidas, por los logros alcanzados, y también por los desafíos que me han hecho crecer y madurar.
Dios mío, te agradezco por cada oportunidad de trabajo que has puesto en mi camino, y por los empleadores y compañeros de trabajo que me han apoyado y enseñado en mi labor. Te pido que bendigas a todas las personas que han trabajado conmigo y a sus familias, y que les brindes salud, protección y prosperidad.
Te pido que me guíes en mi carrera y que me des la sabiduría para tomar decisiones correctas. Ayúdame a ser un buen compañero de trabajo, a trabajar con dedicación, honestidad y eficiencia.
Gracias, Dios mío, por el trabajo que me has dado. Que nunca olvide el valor de mi labor y que siempre esté dispuesto a servir a los demás a través de mi trabajo. Que mi labor siempre sea una oportunidad para glorificarte y para ser una bendición para mi familia, amigos y comunidad.
En el nombre de Jesús, te doy gracias. Amén.