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Cómo la fe y la oración cambiaron a mi esposo.

Había una vez una mujer llamada María, que estaba casada con un hombre llamado Pedro. Desde el principio, Pedro demostró ser un esposo déspota y malvado. Él la controlaba, la criticaba constantemente y la hacía sentir miserable.

María sabía que algo tenía que cambiar, pero no sabía qué hacer. Así que decidió confiar en el Señor y comenzó a orar por la transformación de Pedro. Cada noche, se arrodillaba junto a su cama y pedía al Señor que tocara el corazón de su esposo y lo transformara.

Durante semanas, no hubo ningún cambio. Pedro seguía siendo igual de malvado y María comenzó a perder la esperanza. Pero en su corazón, seguía confiando en que Dios respondería su oración.

Un día, Pedro llegó a casa después del trabajo y le dijo a María que quería hablar con ella. María estaba preocupada por lo que Pedro podría decirle, pero decidió escucharlo con una mente abierta.

Para su sorpresa, Pedro comenzó a disculparse por su comportamiento. Le dijo que se había dado cuenta de que estaba siendo malvado y que quería cambiar. María se sintió tan aliviada y feliz al escuchar esto que comenzó a llorar.

Desde ese día en adelante, Pedro se convirtió en un esposo amoroso y respetuoso. María nunca olvidaría cómo Dios respondió a sus oraciones y transformó a su esposo en alguien mejor. Y siempre estaría agradecida por el poder de la oración y la fidelidad de Dios en su vida.

¿Te encuentras en una relación en la que tu pareja es déspota y malvada? ¿Has considerado confiar en el Señor y orar por la transformación de tu pareja? 

Recuerda que Dios es poderoso y puede obrar milagros en tu vida y en la vida de tu pareja. Nunca pierdas la esperanza y sigue confiando en Él.

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Mujer, grande es tu fe.