Comienza con una actitud de humildad y gratitud. Agradece a lo divino por la bendición de tener hijos y por la oportunidad de amarlos y cuidarlos.
Ora por la protección y la seguridad de tus hijos. Pide a lo divino que los proteja de cualquier peligro físico, emocional o espiritual. Ora por la seguridad de sus hogares, sus escuelas y sus comunidades.
Ora por la salud y el bienestar de tus hijos. Pide a lo divino que les conceda una buena salud física y emocional, y que los proteja de cualquier enfermedad o dolor. Ora por su bienestar espiritual y pide a lo divino que los guíe y proteja en su camino hacia la madurez.
Pídele a lo divino que guíe a tus hijos en su vida y sus decisiones. Ora para que tus hijos tomen decisiones sabias y justas, y que se guíen por los valores y principios que les has enseñado. Pide a lo divino que los guíe en sus relaciones y que los ayude a elegir amigos y compañeros que sean buenos y saludables para ellos.
Ora por el éxito de tus hijos en la vida. Pide a lo divino que les conceda la sabiduría y el coraje para perseguir sus sueños y alcanzar sus metas. Ora por su éxito en la escuela, en sus carreras y en sus relaciones.
Termina la oración con una expresión de confianza y gratitud. Confía en que lo divino guiará y protegerá a tus hijos, y agradece por su amor y cuidado. Termina con una sensación de paz y la confianza de que tus hijos están en buenas manos.
Recuerda que esta guía es solo un punto de partida, y que puedes adaptarla a tus propias necesidades y preferencias. La oración por los hijos es una práctica personal y significativa, así que no tengas miedo de explorar y descubrir lo que funciona mejor para ti.